Sobre nosotros
Somos profesores, emprendedores, ingenieros, empresarios… Pero sobretodo somos profesores.
Quienes fundamos y dirigimos EPSILON tenemos formación como ingenieros de telecomunicaciones. La docencia se cruzó en nuestro camino ya en nuestra época de estudiantes y desde entonces es parte fundamental de nuestro día a día.
La vida nos lleva a veces por caminos insospechados. Si cuando teníamos 18 años alguien nos hubiera dicho que acabaríamos teniendo nuestra propia empresa, que seríamos profesores reconocidos que llenarían las aulas de su propia academia, y que podríamos complementar esa actividad con el desarrollo de otros proyectos — proyectos propios y para otras empresas— pues seguramente no nos los hubiéramos creído.
Pero aquí estamos, 20 años después, satisfechos y orgullosos del trabajo hecho hasta el momento y convencidos de que lo mejor está por llegar.
Un poco de historia...
Antes de 1999. Antes de EPSILON.
Aunque EPSILON nace como empresa en 1999 nuestra historia comienza mucho tiempo antes.
Siendo estudiantes empezamos a impartir clases particulares para poder costear nuestros gastos personales —y ayudar así también a nuestras familias—. Primero a estudiantes de bachillerato, después a estudiantes universitarios e incluso a compañeros de nuestra propia carrera: Telecos.
El reconocimiento y agradecimiento de aquellos primeros alumnos fue lo que nos permitió descubrir en nosotros un talento para la docencia que en el aquel momento ni conocíamos, ni esperábamos, ni tampoco sabíamos valorar.
Uno de esos alumnos, por iniciativa propia y sin avisar, recomendó al que será uno de los socios de EPSILON a una academia importante de aquella época y allí empezó a impartir clase en grupo de forma más profesional: Ecuaciones Diferenciales a estudiantes de Telecos. Estamos en 1995.
Durante tres años y medio fue aumentando su responsabilidad en esta academia impartiendo más asignaturas, convirtiéndose en Director de sección y finalmente en Director de todo el centro. Allí conoció al que luego se convertiría en el segundo socio de EPSILON. A finales de 1998, por diferentes motivos personales, ya rondaba por su cabeza dejar esa academia e iniciar su propia aventura empresarial.
Probablemente la iniciativa de aquel alumno que hizo de Celestina en 1995 —agradecido por haberle ayudado a aprobar Cálculo y Álgebra— marcó el destino de los dos socios de EPSILON.
Septiembre de 1999. Nace EPSILON
En 1999, con muy pocos recursos y con mucho esfuerzo, fundamos EPSILON Formación.
Era un salto arriesgado porque dejábamos un trabajo estable y apenas teníamos recursos para poder empezar. Para muchos de nuestro entorno aquello era una auténtica locura. Sólo nuestra determinación y la proyección de una enorme confianza y seguridad en nuestras posibilidades acabó de convencer a todos y nos ayudó superar los problemas que tuvimos al principio, que no fueron pocos.
Nos instalamos en la calle Galileo 308: otra locura para una época en la que las academias se peleaban por tener su local cada vez más cerca de la universidad. Nosotros abríamos una academia a 4 paradas de metro. A eso se le llama nadar contra corriente.
Éramos sólo 3 profesores y lo hacíamos todo. Hasta hicimos la instalación eléctrica del local en las obras iniciales. Hemos dicho que teníamos pocos recursos, pero económicos, de capacidad de trabajo, ilusión, atrevimiento y ganas de aprender y hacer casi cualquier cosa, de eso íbamos sobrados.
Y los alumnos vinieron. Y confiaron en nosotros. Trabajamos mucho y muy bien por ellos y para ellos. Pasamos muchas horas impartiendo clase y compartimos con ellos muchísimas horas de estudio, resolviendo sus dudas y ayudándoles a aprobar. El boca a boca hizo el resto y en apenas un año EPSILON se convirtió en referente como academia.
Los principios fueron muy duros. Por los problemas iniciales, porque lo teníamos que hacer todo nosotros y porque impartíamos muchísimas horas de clase. Pero en seguida llegaron refuerzos, profesores de confianza, algunos de los cuáles todavía siguen colaborando con nosotros.
En “los tiempos de Galileo” hicimos más cosas además de dar clase. Era la época del despegue de internet y también trabajamos para empresas creando sus páginas web —de un hostal de Barcelona, de una empresa que fabricaba y vendía vestidos de novia y de un pintor especializado en el Quijote—, ideamos, creamos y gestionamos un proyecto en internet llamado www.apuntesydudas.com —que cerramos tras un par de años de crecimiento por no poder dedicarle tiempo y que fue el embrión del actual proyecto www.saladeestudio.org— e incluso nos dio tiempo a diseñar una presentación en flash para la universidad Abat Oliva de la que presumieron en el Saló de l’Ensenyament del año 2001. ¡Qué cosas! Qué tiempos…
Año 2003. Nos trasladamos
En un par de años el local de Galileo se nos había quedado pequeño hasta el punto de tener que alquilar aulas extras frente a la universidad, en el entonces llamado Espai Polivalent. Así estuvimos un año y pico más, casi dos años.
En 2003 surge la posibilidad de alquilar el enorme local que tenía la copistería CIMO justo frente al Campus Nord. Era nuestra oportunidad para tener un local más grande, más bonito y más cerca de la universidad. El cambio suponía volver a hacer un sobreesfuerzo a todos los niveles, pero consideramos que en el aquel momento era lo mejor para nosotros y lo hicimos.
Desde entonces —ya han pasado 16 años— estamos en la calle Joan Obiols 15-17 (esquina Jordi Girona 16), justo frente al Campus Nord de la UPC.
Hemos pasado por varias y diferentes etapas. Unas mejores que otras. Nunca ha sido fácil. Hemos tenido que trabajar mucho y adaptarnos a los continuos cambios que se han producido en el entorno universitario: cambios de planes de estudio, subidas de tasas universitarias, disminución del número de alumnos universitarios y la posterior disminución de las plazas ofrecidas. Pero ahí seguimos. Hemos sabido leer el entorno y adaptarnos para poder seguir siendo nuestros propios jefes.
2010: madurez, conciliación y equilibrio
Con el tiempo hemos aprendido también a compaginar nuestra labor docente y de gestión empresarial con la dedicación que merece nuestra familia, nuestros amigos y nosotros mismos como personas.
En EPSILON decidimos conciliar mucho antes de que todo el mundo empezara a hablar de conciliación. No creemos en el crecer, crecer y crecer a costa de perder todo lo demás. Tuvimos la tentación, y empezamos a hacerlo —abrimos un segundo local en Bonanova— pero lo que ganábamos por un lado, lo perdíamos por otro y el resultado final no era satisfactorio. La clave está en llegar a un equilibrio. Costó mucho encontrarlo, pero lo conseguimos y actualmente nos sentimos felices de disfrutar de él.
Durante estos 17 años en Joan Obiols hemos seguido siendo un referente para los estudiantes universitarios. Incluso para los que no vienen a la academia, que también se preocupan de conseguir nuestros apuntes y conocer los consejos que damos a nuestros alumnos. Seguimos siendo profesores —aunque no los únicos — y compartiendo muchas horas de estudio con nuestros alumnos.
En los periodos no lectivos dedicamos tiempo a desarrollar nuevos proyectos y a hacer algunos trabajos de ingeniería para empresas. Incluso colaboramos con Google como mentores del programa Google Summer Code.
2020: pandemia y revolución online
Todos sabemos lo que ocurrió en marzo de 2020. De un día para otro, y tras 21 años ofreciendo clases de forma presencial, de repente una pandemia mundial nos obliga a cerrar nuestras instalaciones al público.
Todo el mundo reaccionó rápido para adaptarse a la nueva situación. Nosotros también. En menos de una semana teníamos habilitado un campus online integrado en nuestra web para darle continuidad a nuestros cursos.
Pero a diferencia de lo que hizo la mayoría del mundo mundial nosotros rechazamos las clases online en directo vía videoconferencia y apostamos por grabarnos y editar los vídeos para ponerlos a disposición de nuestros alumnos y que pudieran verlos cuando mejor les fuera y las veces que quisieran.
El aula 5 se convirtió en una sala de grabación semi-profesional y pasamos horas, horas y más horas grabando y editando, grabando y editando, grabando y editando… Fue agotador. Lo más duro que hemos hecho nunca, incluso más que los primeros años.
Pero el esfuerzo mereció la pena, no sólo porque el servicio que ofrecimos durante aquellos meses fue muy superior a lo que los alumnos vivieron en la propia universidad, sino porque todo ese material grabado lo hemos seguido utilizando y explotando en cuatrimestres sucesivos para seguir ofreciendo cursos online.
Actualmente ofrecemos las dos modalidades de cursos, presencial y online, ambos con éxito porque hay un perfil de estudiante que es 100% presencial y hay otros perfiles a los que les va mejor el online por diferentes motivos. Las dos modalidades tienen sus ventajas y sus inconvenientes, no es una mejor que la otra, son diferentes, y dejamos que sea cada alumno el que decida si le conviene una o la otra.
El futuro
Somos gente inquieta, emprendedora, así que aunque somos muy cuidadosos a la hora de no perder ese equilibrio que tanto nos ha costado conseguir, la verdad es que no paramos. El Covid-19 ha trastocado algunos proyectos que teníamos entre manos pero nos ha abierto algunas puertas que antes de marzo de 2020 parecían inalcanzables: estamos trabajando en nuevas líneas de negocio.
La vida nos lleva a veces por caminos insospechados.